Los cantantes fueron recibidos por chicheros y tamborileros de San Carlos de todas las edades.
También hubo otros personajillos merodeando por debajo del escenario... los machos ratones.
En el siglo XVII, en las calles de Diriamba, gobernada por autoridades españolas y habitada por indígenas y mestizos, comenzó a interpretarse una comedia de gran valor cultural que expresaba el rechazo a la dominación hispana de manera burlesca, ingeniosa y creativa. Con el tiempo la obra pasó a ser un símbolo de identidad para el pueblo de Nicaragua por su carácter de protesta, y tres siglos después de su origen se declaró “Patrimonio Vivo, Oral e Intangible de la Humanidad” por la UNESCO.
Esa histórica obra de autor anónimo es “El Güegüense o Macho Ratón”, primera pieza literaria nicaragüense. El nombre proviene de su personaje principal, el Güegüense, el que a su vez se deriva de la palabra náhuatl “huehue”, que significa viejo, sabio.
1 comentario:
No, si no hace falta que lo expliques, que allí montan fiestas a tutiplén como aquí y ya está, je, je.
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