Ellos nos contaron, con su acento cantarín, donde podíamos ver “Uuuuuuuh, cualquier cantidad de pajaritos de todos los colores. El pirilí, el azulito, un negrito, zopilotes, palomitas…"
¡Los reconocen de largo! Nos quedábamos boquiabiertos y nos entraba la risa al descubrir tanta sabiduría en tan diminutos chavalines.
Es algo de Nicaragua que encandila. La ligazón que se mantiene con la naturaleza. Cualquier persona distingue perfectamente los árboles frutales: mango, aguacate, guanábana, icaco, melocotón, caimito; sabe cómo se llaman los árboles del bosque y puede contarte usos que tienen, diferencia un cuajipal (caiman) de un lagarto (cocodrilo) o reconoce una culebra terciopelo.
Esa Miguel también la conoce bien… y por suerte, como tiene la “vista fuerte”, ella se desmayó y él se salvó del piquete!!!
En aquellos días comenzó la liga de “beis” que aún continua. Es el deporte nacional. Patrocinado por las cervezas Toña y Victoria, que no faltan en ningún evento.
Paseamos también por algunos de los barrios de San Carlos. Estamos en verano, que quiere decir que llueve menos, y que el lodo se ha tranformado en polvo. Pero el calor siempre acompaña, en invierno y en verano. Aqui, cuando la temperatura baja a 18ºC, todos se mueren de frío!!
Muchos pequeñines caminan solo en calzón y chinelas jugando cerquita de la casa, rodeados de basurillas varias y de las aguas negras que aún están sin canalizar.
Los binoculares son rareza aquí. A los chavalitos les causa risa mirar a través de ellos, porque les cuesta manejarlos y les da “pena”, que es como llaman aquí a la vergüenza.
Hubo también tiempo de ir en las tardecitas a ver las puestas de sol sobre el Lago Cocibolca. Son una maravilla. Los días más claros se ven la isla de Ometepe y cuatro volcanes costarricenses.
2 comentarios:
Aqui distinguen los diferentes tipos de Pokemon, si canta Bisbal o David Demaría, aprenden las canciones de los anuncios ( recuerdo lo feliz que le hacia a mi tio Julio que me las aprendiera y las cantara....ejem)y saben los integrantes de Gran Hermano, no es poco.... cada uno aprende lo que les enseñamos.
El otro dia soñe que iba a graduar la vista a todo el que me encontraba alli contigo.
Un beso
Patri
La verdad es que se ha perdido lo de salir al campo con los padres a aprender cosas: mi padre lo hacía conmigo y lo recuerdo con mucho cariño. Ahora va más lo de plantar a los niños como setas en la play, que muy didáctico no es. Espero que las nuevas generaciones sepamos corregir algunas de esas cosas.
Un besazo.
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