Regresamos desde El Diamante a Las Maravillas. Salimos muy de mañanita y con paso seguro avanzamos por el lodo, cruzamos los ríos y atravesamos los potreros. De regreso a Sábalos íbamos alegres, aunque nos afligimos cuando Harlam nos enseñó un pedacito de la gran extensión que ocupa la palma africana a costa del bosque tropical húmedo...
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Y tú erre que erre con lo de Carolina Jones, que al final tenemos un disgusto...
2 comentarios:
Y tú erre que erre con lo de Carolina Jones, que al final tenemos un disgusto...
Caroli tu tuviste alguna niña como amiga en San Carlos Río San Juan
Publicar un comentario